Declaración de principios
Declaración de Principios
Red de Justicia Fiscal América Latina y el Caribe
Diciembre, 2012.
(Revisada 2018)
Considerando que:
Un sistema fiscal justo está en la base de una sociedad socialmente inclusiva y democrática. Es una herramienta esencial para combatir la desigualdad, posibilitar el desarrollo y promover el crecimiento equitativo y sustentable. Los impuestos deben ser el principal instrumento de los gobiernos para obtener recursos necesarios para financiar servicios y políticas públicas de calidad, tales como escuelas, hospitales, infraestructura y sistemas de bienestar mediante programas de inclusión social, así como también para combatir la pobreza y promover la equidad. Los impuestos promueven una fuerte relación estado-ciudadanía en la que el gobierno está al servicio del pueblo y las políticas públicas orientadas a honrar los derechos económicos, sociales y culturales. En este marco, la sociedad civil juega un rol preponderante para garantizar que estas premisas se hagan efectivas, promoviendo políticas inclusivas y que éstas se desarrollen con los mayores niveles de transparencia.
Los procesos de integración económica y política en curso y la consolidación de la interdependencia, hacen que el debate sobre la política fiscal adquiera una dimensión regional y global.
La Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe, espacio que agrupa a instituciones, organizaciones y movimientos sociales de la región; está comprometida en trabajar en pos de la región y un mundo donde los impuestos cumplan con estas funciones, y donde los sistemas tributarios sean transparentes para rendir cuentas y proporcionar confianza, sean simples de entender e implementar, sean justos, capaces de brindar oportunidades a los más necesitados y dirigidos a atender los derechos fundamentales de la sociedad.
La Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe cree en los siguientes principios:
- Sistemas fiscales justos
Justicia fiscal implica recaudar recursos públicos de manera justa y equitativa, basada en la capacidad contributiva. La estructura tributaria debe estar basada principalmente en impuestos a la renta y no al consumo, y la premisa tiene que ser “que pague más el que tiene más”. Requiere también que las políticas de gasto público prioricen y aseguren los derechos de los sectores populares, excluidos y vulnerables.
- Los gobiernos deben perseguir sistemas tributarios progresivos capaces de financiar el desarrollo para atender los derechos fundamentales de las personas, desafiando y reduciendo la desigualdad social. Es necesario garantizar que no exista un trato diferenciado a la tasación de las rentas por cuenta de su origen; se debe eliminar por ejemplo el trato privilegiado con el que cuentan las rentas de capital que cuentan una serie de exenciones o tratamientos especiales para colocaciones financieras, intereses de títulos públicos, beneficios de fondos de inversión, ganancias de capital en bienes inmuebles y acciones, entre otros.
- A través de las políticas fiscales, los gobiernos deben promover la sostenibilidad y la justicia económica, y mitigar los efectos perjudiciales de las actividades económicas en la sociedad y el medioambiente. Políticas de desarrollo sustentables y en armonía con el medioambiente no deben basarse en la explotación indiscriminada de recursos naturales, ni del trabajo humano..
- Los ciudadanos y ciudadanas, por su parte, deben comprometerse no solamente a pagar impuestos, sino también a movilizar esfuerzos para construir sistemas fiscales justos, haciendo que los gobiernos rindan cuentas por cómo gastan los recursos.
- Prácticas tributarias responsables
Pagar impuestos es el primer principio de la responsabilidad ciudadana y lo que nos permite exigir el efectivo ejercicio de nuestros derechos. Cuando una empresa o persona evade o elude impuestos en cualquier país, esto socava la habilidad del estado para cumplir con su responsabilidad de garantizar los derechos económicos y sociales de sus ciudadanos.
Los gobiernos deben establecer reglas tributarias claras para facilitar el cumplimiento y proporcionar igualdad de oportunidades y trato para todos y todas; deben hacer cumplir estas reglas de manera limpia, razonable y comprensiva. Para esto, los gobiernos deben profesionalizar y fortalecer las administraciones tributarias, a fin de asegurar el cumplimiento de las normas, la eficacia de los controles y el combate a la evasión.
- Los incentivos tributarios deben ser la excepción y no la norma y deben ser objeto de control social y evaluación regular sobre los beneficios reales para la sociedad.
- Los ciudadanos y las empresas, por su parte, no deben explotar las debilidades de la legislación tributaria y no deben utilizar las leyes de una jurisdicción o país para su propio beneficio, socavando así la recaudación tributaria de otro.
- La evasión fraudulenta de impuestos debe ser considerada como un crimen contra el Estado y la sociedad, debiendo ser colocada en la esfera criminal y tipificado en la norma penal respectiva. En este sentido, los gobiernos deben trabajar para modificar las leyes que dificultan o impiden que los crímenes tributarios sean colocados en la esfera criminal, independientemente que los tributos sean pagados.
- Transparencia y rendición de cuentas
La gran cantidad de flujos que se movilizan hacia refugios fiscales y a través de ellos, socava en gran medida la capacidad de los países, desarrollados y en desarrollo, para recaudar impuestos. Si no abordamos los temas que contribuyen a la opacidad financiera como el secreto financiero empresarial y bancario, uno de los principales generadores de la evasión tributaria y el surgimiento de prácticas de corrupción, esta injusticia continuará.
- Los ciudadanos y ciudadanas deben ser capaces de acceder a la información que les permite evaluar el aporte efectivo que todos los contribuyentes hacen a la sociedad, incluyendo a las finanzas públicas.
- Las autoridades tributarias deben ser capaces de acceder a toda la información que necesitan para evaluar efectivamente a todos los contribuyentes. Las empresas nacionales y multinacionales deben transparentar completamente sus operaciones. Para esto es necesario exigir informes financieros desglosados país por país a fin de desincentivar y poner en evidencia prácticas fraudulentas.
- La legislación nacional e internacional debe tener mecanismos para hacer cumplir la disponibilidad de información desde y hacia los países y jurisdicciones necesarias para prevenir los flujos de capitales ilícitos, la evasión tributaria y el lavado de dinero. Para esto es necesario que el intercambio automático de información tributaria sea la norma.
- Los refugios fiscales permiten ocultar recursos que no pagan impuestos en su país de origen. Se debe poner fin a los refugios fiscales.
- Reglas tributarias y financieras internacionales justas
Actualmente, no todos los países e intereses están representados donde los estándares internacionales se desarrollan y donde tienen lugar las negociaciones.
- Las negociaciones internacionales, empresariales y gubernamentales, deben asegurar que todos los intereses sean considerados y consultados. Para esto también la sociedad civil juega un rol preponderante para verificar que esto se cumpla.
- Los cambios en los estándares tributarios internacionales deben proteger la habilidad de los países en desarrollo para recaudar impuestos.
- Las políticas tributarias deben ser determinadas por autoridades elegidas democráticamente y capaces de rendir cuentas por sus decisiones. Las autoridades públicas deben tener la libertad de diseñar y desarrollar sus propias soluciones tributarias que les permitan hacer cumplir los derechos en sus sociedades, sin afectar la capacidad de los demás de hacer lo mismo.
- Las políticas de regulación financiera deben ser instrumentos utilizados por los países en desarrollo a fin de disminuir los impactos de contagio de las crisis internacionales. Entre estos mecanismos se incluyen las medidas de control de capitales y el impuesto a las transacciones financieras. Este impuesto debe estar al servicio del financiamiento al desarrollo, la adaptación y mitigación al cambio climático y que debe estar regulado por Naciones Unidas.
- La arquitectura financiera y comercial debe estar al servicio del desarrollo sustentable y equitativo. La firma acuerdos bilaterales de inversión y tratados de libre comercio vigentes, socavan, limitan y condicionan los esfuerzos nacionales por alcanzar sistemas fiscales soberanos, justos, progresivos y equitativos; en ese sentido nuestra meta es erradicarlos. En ese marco donde debemos poner nuestros esfuerzos para incorporar en la base del comercio entre nuestros países principios básicos de solidaridad, integración social y bienestar común, a fin de erradicar definitivamente la especulación y ansias desmedidas de lucrar con el bienestar de la población que son la base de los acuerdos vigentes
1er edición, Lima 2012
1era revisión, Nuestra América 2018