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América Latina y el Caribe es una región afectada por múltiples crisis: económica, sanitaria, social y climática. Un contexto que provoca la agudización de los graves problemas estructurales que padece: desigualdades, exclusión, pobreza y hambre. Es una de las regiones más desiguales del mundo: el 10% más rico concentra el 77% de la riqueza total de los hogares, mientras que el 50% inferior de la distribución ni siquiera posee el 1%. Los países del área comparten un sistema fiscal regresivo, reflejo de una deficiencia histórica en la tributación de las rentas altas, en particular de las rentas del capital. Además, pierden recursos millonarios debido al fraude, evasión y elusión fiscal y una buena parte de la riqueza de la región se encuentra radicada en guaridas fiscales.

No hay margen para políticas de ajuste y austeridad sin que esto signifique que más personas sobrevivan en condiciones de pobreza y de inseguridad alimentaria, sin acceso a servicios públicos, entre otras carencias que provocan estas medidas.

Con ese escenario social de fondo se desarrollará la Primera Cumbre Ministerial para una “Tributación Global Incluyente, Sostenible y Equitativa”, los días 27 y 28 de julio, en la ciudad de Cartagena, Colombia. A este espacio se han convocado los ministros de Hacienda y de Economía de los países que conforman la región, para buscar posiciones conjuntas sobre lo que requiere un sistema fiscal a la altura de estas demandas.

América Latine y el Caribe es una de las regiones más desiguales del mundo: el 10% más rico concentra el 77% de la riqueza total de los hogares

En Cartagena también se darán cita representantes de más de 50 organizaciones, redes, plataformas y movimientos sociales, algunos de los cuales participarán como observadores oficiales en la Cumbre, y reforzarán ante los gobiernos la necesidad de generar avances reales. En el marco de la campaña regional por un pacto fiscal que busque terminar con todas estas desigualdades y establecer sistemas tributarios progresivos, donde la gran presión fiscal no recaiga sobre el ciudadano, por la vía de los impuestos al consumo, sino que se establezcan escalas progresivas y coherentes con los objetivos de reducción de la desigualdad. Se reclamará que se fijen impuestos a las grandes fortunas y patrimonios y se busquen herramientas que permitan a los sistemas fiscales responder a las formas de producción, consumo y comercio contemporáneas. También se exigirá una mayor decisión para eliminar las guaridas fiscales porque son los canales que usan las grandes corporaciones y millonarios para esconder sus fortunas y no tributar.

La Red de Justicia Fiscal de América Latina y el Caribe (RJFLAC) participará activamente de los eventos que tendrán lugar en Cartagena. Algunos integrantes del Consejo de Coordinación de la RJFLAC brindaron su opinión sobre la importancia de la Cumbre:

Para Nathalie Beghin (Inesc), “la Cumbre de Cartagena representa una oportunidad única para avanzar en la democratización de la agenda de tributación. Decenas de organizaciones y movimientos sociales estarán reunidos al margen de la Cumbre debatiendo y elaborando propuestas que serán presentadas a las autoridades tributarias de la región”. Luis Moreno (Latindadd) también considera que  “la Cumbre Fiscal es una oportunidad para que nuestros gobiernos asuman una posición unificada y coordinada a nivel regional y global para recuperar importantes recursos fiscales que se pierden por el abuso de grandes corporaciones y riquezas individuales. Estos recursos son cruciales para el financiamiento de nuestros sistemas de protección social, educación, alimentación, salud o vivienda. También para el sostén de políticas públicas que ayuden a tomar un rumbo económico, social y ambiental que permita el desarrollo y la protección de nuestras sociedades”. Por su parte, Rodulio Perdomo (Fosdeh) afirmó que “esta cumbre representa la posibilidad de iniciar un ejercicio igualitario de ciudadanía entre los países de América Latina y el Caribe que conduzca a conquistar derechos y no solamente al deber de pagar impuestos. Por otra parte, es evidente la necesidad de corregir la regresividad fiscal con la fuerza consensuada de organizaciones de la sociedad civil con gobiernos orientados a hacer realidad una verdadera democracia, donde todos paguen conforme a sus ingresos y beneficios. Para Fosdeh esta Cumbre representa la esperanza de superar la crónica regresividad fiscal y la desproporcionada exoneración que favorece a grupos hegemónicos y afecta a los sectores sociales más desfavorecidos de toda Centro América. Para Enrique Daza (Cedetrabajo) “la cumbre puede ser un escenario para debatir los temas referentes a la fiscalidad internacional. Desafortunadamente, esta problemática no forma parte de la agenda de la mayoría de los gobiernos del continente que no le han dado prioridad en su agenda y las múltiples contradicciones en el escenario mundial pueden interferir en que se logren los resultados esperados”.

Podrán seguir todas las novedades sobre los eventos de la Cumbre en nuestras redes sociales y también en las redes de las organizaciones integrantes de la RJFLAC.

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