Fallo inédito. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirmó que el gigante Apple deberá pagar al Estado de Irlanda 13 mil millones de euros más intereses. Al mismo tiempo Google deberá afrontar una multa de 2400 millones de euros por abuso de posición dominante.
Finalmente suena un tiro para el lado de la justicia fiscal. Ojalá este sea el primer paso de varios en este sentido para poner un freno, desde los gobiernos, a la voracidad de las corporaciones. Si bien los acuerdos se dan entre las empresas y los países, el texto del Tribunal de Justicia, órgano de la comunidad europea, advierte en su fallo sobre la “ayuda estatal ilegal” brindada por Irlanda a Apple y obliga entonces a la corporación a devolver lo que se habría “ahorrado” en impuestos entre 2003 y 2013.
¿Cómo impacta esta noticia en América Latina? Primero, deja en evidencia un vacío en las legislaciones tributarias que cada vez es más notorio. Segundo, revela también la ausencia de un organismo supranacional que intervenga en estos temas y en donde puedan construir consensos y herramientas para que los países logren defenderse de la voracidad de ciertas corporaciones.
Por otro lado, este fallo pone en valor las negociaciones que se han dado en Naciones Unidas por una Convención Fiscal y evidencia aún más la necesidad del trabajo de bloque en la región a través de espacios como PTLAC.
Antecedentes
El caso Apple, una de las batallas legales más enconadas entre la Comisión Europea y las grandes tecnológicas, se remonta a 2016, cuando el brazo ejecutivo de la UE alegó que Irlanda había permitido al fabricante del iPhone eludir miles de millones de euros en impuestos.
Según los cálculos de la Comisión, Dublín permitió a Apple pagar un tipo impositivo del uno por ciento de sus beneficios europeos en 2003, que luego bajó al 0,005 por ciento en 2014.
El organismo francés de defensa de la competencia multa a Google con 250 millones de euros por infracciones de los derechos de autor en la UE.
La multa de la UE contra Google fue una de varias sanciones récord impuestas por violar las normas de competencia de la UE, por un total de alrededor de ocho mil millones de euros entre 2017 y 2019.
Google se enfrenta a otra prueba la próxima semana, cuando el máximo tribunal de la UE decidirá sobre la más pequeña de esas multas, por valor de unos 1.490 millones de euros.
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